¿Qué me miras?
El otro día salí con mi mamá -quien es demasiado pequeña y se pierde en los centros comerciales- a comprar algo, por supuesto, completamente inútil. Me gusta salir a pasear por los centros comerciales y ver la increible cantidad de cosas hermosas e inútiles que hay para comprar. Siento, mientras miro mi reflejo en las vitrinas, que yo también estoy en un escaparate y -por supuesto- soy una hermosa y refinada muñeca puesta en venta a un precio exhorbitante.
Porque no podría ser por cualquier precio que me adquirirían. Cuando camino por el Mall todos abren paso y con una mirada perdida -y honestamente con expresión de idiota- la gente espera el más leve gesto de mi. Y por supuesto. Yo no hago nada. Paso por sus vidas como una breve y hermosa vitrina que jamás podrán tocar.
Ejemplo. A veces les tomo fotos a los estantes y vitrinas. Sobre todo fotografío mi reflejo en los cristales de las tiendas. Por lo que ustedes ya saben. Pero más me gusta, más aun que andar yo con la cámara que a veces me da un fastidio terrible. Me encanta que me fotografíen. Que se roben mi imagen en un clic. Es lo máximo.
Y yo sonrío.
Y luego desaparezco.
0 Comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal